conocimiento

La neurociencia moderna es capaz de leer la mente de las personas: el procedimiento es llamado "identificación de pensamientos".

Este proceso implica escáneres y sofisticados algoritmos computacionales.

La investigación se lleva a cabo en centros de investigación avanzada tales como universidades y laboratorios corporativos con la ayuda de las grandes corporaciones IT, y es principalmente financiada por el gobierno y los militares (DARPA sobre todo).

Para cumplir el objetivo de tener un conocimiento preciso acerca del funcionamiento de la mente, la administración de Obama ha lanzado una importante iniciativa.

Los informes oficiales acerca de los problemas éticos que puede conllevar esta investigación están negando la existencia de problemas relacionados con el proceso de la "identificación de pensamientos" así como la posibilidad misma de este proceso.

1.1. Desde 2006, la neurociencia contemporánea afirma que es posible detectar mentiras y actitudes encubiertas utilizando escáneres mentales, como el IRMf. ^[1]

1.2. En febrero de 2007, un equipo de científicos del Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y del Cerebro, en Alemania, "leyó" las intenciones de los participantes a partir de su actividad cerebral. Esto fue posible gracias a una nueva combinación de imágenes por resonancia magnética funcional y sofisticados algoritmos computacionales. ^[2]

1.3. Existen pruebas de que el resultado de una decisión es codificado (y por lo tanto puede ser detectado) en la actividad cerebral hasta 10 segundos antes de que llegue a ser consciente. ^[3]

1.4. A principios de 2008, ya era posible detectar pensamientos relativos a objetos familiares, a través del uso de escáneres mentales junto con algoritmos computacionales. ^[4]
1.4.1. El pensamiento acerca de objetos particulares ha sido esquematizado en patrones de activación cerebral específicos por un grupo de investigadores de la Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, Estados Unidos. ^[4]
1.4.2. Los mismos investigadores aseguran que hay puntos en común en los modos en que los cerebros de diferentes personas representan el mismo pensamiento. ^[4]

1.5. Desde 2009, neurocientíficos de los Estados Unidos están catalogando los patrones cerebrales para cotejar frases e intenciones. ^[5]
1.5.1. John-Dylan Haynes, del Instituto Max Planck, explica que "ahora comprendemos que cada pensamiento está asociado con un patrón de actividad cerebral y es posible programar un ordenador para reconocer el patrón asociado a un pensamiento en particular." ^[6]

1.6. Los Laboratorios Intel de Pittsburgh trabajan en colaboración con el Grupo de Investigación de Análisis de Imágenes Cerebrales de la Carnegie Mellon University para identificar los patrones cerebrales del pensamiento a través de la tecnología IRMf. ^[7]
1.6.1. Los Laboratorios Intel de Pittsburgh forman parte de la división de investigación de Intel, que fue creada en el año 2000, bajo el liderazgo de David L. Tennenhouse. Tennenhouse pretendía modelar su nueva organización de investigación basándose en DARPA, donde peviamente había sido director de la Oficina de Tecnología de la Información. ^[8]

1.7. En 2010, el presupuesto de DARPA para el año fiscal incluía 4 milliones de dólares para poner en marcha un programa denominado Silent Talk ("Conversación silenciosa"). El objetivo era permitir una comunicación de usuario a usuario en el campo de batalla sin necesidad de un discurso vocalizado, a través del análisis de signos neuronales. ^[9]
1.7.1. Antes de ser vocalizado, el discurso existe en la mente como signos neuronales específicamente verbales. ^[10]
1.7.2. El objetivo de DARPA era desarrollar una tecnología que detectara estas señales "pre-discursivas", que las analizara, y transmitiera luego el enunciado al locutor deseado. ^[9]

1.8 En 2011, gracias al "método de aprendizaje zero-shot", utilizando conocimiento semántico extraído de un amplio corpus de textos y múltiples fuentes humanas, se ha mostrado que las imágenes de la actividad cerebral no son necesarias para cada palabra a fin de ser reconocidas: es posible predecir palabras (es decir, identificar pensamientos) a partir de las Imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) de su actividad neuronal, incluso sin necesidad de modelos para dichas palabras. ^[11]

1.9. El 22 de septiembre, un grupo de investigadores de la Universidad de Berkelay publicó un artículo sobre "Reconstruir las experiencias visuales de la actividad cerebral evocada por las películas naturales". Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) y modelos computacionales, los investigadores de UC Berkeley han logrado decodificar y reconstruir las experiencias visuales dinámicas de las personas, en este caso, viendo trailers de películas de Hollywood. ^[12]
1.9.1. Un estudiante del mismo grupo tuvo los mismos resultados exitosos aplicando la misma técnica a la experiencia audio, en enero de 2012, el día 31. ^[13]

2.1 En 2003, Paul G. Allen, cofundador de Microsoft en 1975, fundó el Allen Institute for Brain Science (AIBS), financiándolo con 41 millones de dólares (hasta la fecha: 500 millones de dólares) ^[14]

2.2 El proyecto inaugural del Allan Institute es el Atlas Allen del cerebro del ratón, completado el 26 de septiembre de 2006. ^[15]
2.2.1. El Atlas Allen es un mapa de expresión génica del cerebro del ratón (y del cerebro humano, puesto que las personas y los ratones comparten el 90% de los genes que se expresan en las funciones cerebrales), que, además de técnicas de escaneo funcional, permite a los investigadores relacionar la expresión génica, los tipos de célula y las funciones secuenciales en la relación de comportamientos (o fenotipos). ^[16]

2.3. El 24 de mayo de 2010, el Instituto Allen anunció que estaba expandiendo su Atlas del cerebro del ratón al del humano con el lanzamiento del Atlas Allen del cerebro humano. ^[17]

3.1. El 2 de abril de 2013, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, dio a conocer la Iniciativa BRAIN (Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies; en español: Investigación del cerebro a través del avance de las neurotecnologías innovadoras): una investigación colaborativa, público-privada, con la meta de respaldar el desarrollo y aplicación de tecnologías innovadoras capaces de crear una comprensión dinámica de la actividad cerebral. ^[18]
3.1.1. En otras palabras, el objetivo es producir el primer mapa de la actividad cerebral para explorar cada señal enviada por cada célula y monitorizar cómo los datos resultantes transcurren a través de redes neuronales y son finalmente traducidos en pensamientos, sentimientos y acciones: es decir, tener un modelo computacional del cerebro humano. ^[19]
3.1.2. La iniciativa BRAIN ha sido desarrollada por la Office of Science and Technology Policy (OSTP; en español: Oficina de la política científica y tecnológica) de la Casa Blanca, con inversiones para el año fiscal de 2014 de aproximadamente 100 millones de dólares: 50 millones de la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA; en español: Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa), 40 millones del National Institutes of Health (NIH) y 20 millones de la National Science Foundation (NSF). ^[20]
3.1.3. Los socios del sector privado han establecido también importantes compromisos para dar soporte a la Iniciativa BRAIN, incluyendo: 50 millones de dólares provenientes del Allen Institute for Brain Science y 30 millones de dólares del Howard Hughes Medical Institute. ^[19]
3.1.4. El 30 de septiembre de 2014, la administración Obama anunció que dos agencias federales más estaban participando en la Iniciativa BRAIN: la Food and Drug Administration (FDA) y la Intelligence Advanced Research Projects Activity (IARPA). El presupuesto del presidente para el año 2015 proponía doblar la inversión Federal en la Iniciativa BRAIN de 100 millones de dólares a 200 millones de dólares. ^[20]

3.2. En 2015, un grupo de compañías, fundaciones, organizaciones de defensa del paciente, universidades e instituciones de investigación privada están realizando inversiones y anunciando contratos para aunar más de 270 millones de dólares en esfuerzos de investigación y desarrollo con los objetivos de la Iniciativa BRAIN. ^[21]

3.3. El 17 de enero de 2013, se llevó a cabo en el California Institute of Technology un encuentro entre tres agencias del gobierno (DARPA, NIH y NSF), además de neurocientíficos, nanocientíficos y representantes de Google, Microsoft y Qualcomm. De acuerdo con el sumario del encuentro, este fue mantenido con el fin de determinar si existían servicios computacionales capaces de capturar y analizar la vasta cantidad de información que conllevaría el proyecto. Los científicos y tecnólogos concluyeron que era posible hacerlo. ^[22]

3.4. El 4 de abril de 2013, Qualcomm Inc. anunció que tomaba parte en la Iniciativa BRAIN y reveló que había estado trabajando sin hacerlo público en las fronteras de la neurociencia desde 2009 en la “ Brain Corp.” ^[23] una aventura independiente que Qualcomm ha mantenido generalmente oculta. ^[24]
3.4.1. Fundada en 2009, la Brain Corp. tiene la intención de desarrollar sistemas informáticos y softwares radicalmente diferentes, basándose en algoritmos que emularan los procesos de la "neurona de impulsos" propios del cerebro humano. ^[24]
3.4.2. En 2010, DARPA proveyó un importe no revelado a la Brain Corp. "para diseñar un sistema nervioso artificial para VANTs" (vehículos aéreos no tripulados). ^[25]
3.4.3. El 13 de febrero de 2012, Todd Hylton se unió a la Brain Corp. en cuanto que alto ejecutivo después de haber presentado su dimisión en DARPA, donde había trabajado cerca de cinco años en el puesto de gestor del programa. ^[26]

3.5. El 30 de septiembre de 2014, se anunció que los ingenieros de Google estaban ideando herramientas y desarrollando infraestructuras para analizar a escala de petabytes conjuntos de datos generados por la Iniciativa Brain y la comunidad neurocientífica, a fin de comprender mejor las connexiones computacionales y la bases neuronal del conocimiento humano. Google está trabajando muy estrechamente con el Allen Institute for Brain Science con el objeto de desarrollar soluciones computacionales expansibles a la comprensión científica del cerebro. ^[21]

3.6. El 21 de junio de 2012, en el número 74 de "Neuron", una de las más influyentes y reputadas revistas en el ámbito de la neurociencia, se señalaron algunas consideraciones éticas acerca de la Iniciativa BRAIN (ex. Brain Activity Map Project): entre ellas, problemas relativos al "control de la mente". ^[27]
3.6.1. El 2 de abril de 2013, la Oficina del Secretario de Premsa informó de que DARPA contrataría un amplio conjunto de expertos para explorar los problemas éticos, legales y sociales planteados por los avances de la neurotecnología. ^[18]
3.6.2. En marzo de 2015, la Comisión Presidencial para el Estudio de Problemas Bioéticos publicó el segundo volumen de la "Respuesta en dos partes de la Comisión de Bioética a la petición del presidente Obama acerca de la Iniciativa BRAIN". ^[28]
3.6.2.1 En el informe de la comisión, el problema del "control mental" y este concepto mismo, son replanteados en términos de "modificadores neuronales" para referirse a un más amplio despliegue de mecanismos de cambio del sistema cerebral y nervioso, ignorado en su peculiaridad. ^[28]
3.6.2.2 En el informe se afirma que "proteger la privacidad mental es una preocupación que, con vistas al futuro, los neurocientíficos y los legisladores pueden tener que evaluar a medida que la tecnología continúe progresando". ^[28]
3.6.2.3 El informe de la Comisión niega que los logros de los neurocientíficos puedan conducir a la "lectura de la mente". Se asegura que "hoy por hoy, y en el futuro predecible, la neurociencia no nos permite leer mentes. La tecnología continúa siendo extremadamente limitada y no puede revelar los verdaderos deseos íntimos, los estados psicológicos o las motivaciones que pueden ser designadas con el término de lectura mental". ^[28]

Es absurdo negar los problemas de integridad y privacidad causados por los logros de la neurociencia computacional.

El hecho de que para negar este problema se recurra precisamente al Comité Presidencial de Bio-ética de Estados Unidos, ampliamente financiado y controlado por DARPA, es dramático.

Los gobiernos mundiales están profundamente influenciados por el complejo militar, industrial y científico que está quebrantando la integridad de la privacidad de la mente.

De hecho, este poderoso complejo financiero concibe los asuntos internos como una cuestión de conflicto estratégico-militar.

Este marco político contemporáneo está caracterizado por una “Guerra de cuarta generación” o Fourth Generation Warfare (4GW) ^? llevada a cabo en el frente interno de los estados, esto es, entre los ciudadanos, con el fin de ganar los corazones y las mentes de sus propias poblaciones.

A través de la historia contemporánea la guerra psicológica ha llegado a ser altamente sofisticada, dependiendo de los logros de la investigación científica –entre ellos, la de la tecnología de lectura mental–.

Este escenario subraya que los partidarios de los derechos civiles y de la justicia social deben defender la privacidad del pensamiento de ser amenzada del abuso de la tecnología de lectura mental.